lunes, 22 de junio de 2009

Hueco en el Cielo

Mientras comienza el tema,
los lentos sonidos del piano
me van envenenando,
paralizando mi cuerpo
que arde como el infierno
y se siente tan helado,
tan frio y rígido
que cierro los ojos,
hipnotizado,
sabiendo lo que sucederá,
mientras cada nota se resbala 
y rueda por mi mejilla,
mientras cada grito orgásmico
representa al arte mismo
y explota la incertidumbre
que envuelve mi alma.
Y el veneno deseoso
finaliza su trabajo...

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