Estoy perdido sin alma
en las aguas frías de las muertes,
bajo las columnas quebradas de mi suerte
y la densa sombra de la desesperación.
Siento miedo con ilusionarme,
con buscar más de lo que no pude tener
y amputar lo que soy sin querer.
Temo despertarme sin corazón.
Si la vida es así, ¿qué puedo hacer?
No me conformo como otros cobardes.
Para engañarme con la aprobación de un Dios, es tarde.
Y que la Muerte me sonría es una bendición.
Apostar mis sueños
era lo que hacía mi corazón,
y murió por su vicio,
triste y solo, como todo jugador
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