Si el silencio pudiera decir las palabras,
si los besos pudieran demostrar el cariño,
si los latidos bastaran para saber que estoy vivo,
qué feliz que sería...
Y aunque dijimos no llorar,
nuestra naturaleza rompe las promesas,
ésta es nuestra forma de mentir:
el estallido de las lágrimas al caer.
El silencio no es silencio,
si los besos están hablando...
Y la saliva es néctar
de los labios deseados...
Con el fulgor de los ojos
llenos de pasión salvaje.
Perder la voluntad de vivir
es hacerle el amor a la muerte...
Qué doloroso es tener corazón,
la sangre se vuelve ácido en las venas....
El hielo me corta
y no deja rastros...
¡Qué disonante es mi sueño!
Qué real que es...
Qué mal que me siento...
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