lunes, 13 de abril de 2009

Ruido en la Eternidad

Inmerso en esa seda,
quien quiera devorar mi corazón,
que sonría,
que tensione el aire con su risa.
Mi espectro es ruido en la eternidad.
No quiero ser infinito.
Mi imagen se disuelve,
me expando,
yo no quiero ser irreal.
Marchan en mi búsqueda.
Pero quien quiera devorar mi corazón,
que lo haga.
Mis palabras laten por si solas,
con el ritmo del viento
que las derrama
como lluvia sobre sus caras.

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