jueves, 7 de mayo de 2009

Persona - Luz

Estaba inmóvil. No recordaba nada pero seguía vivo. Volví en si. Me desmayé. Estaba rodeado de cristales por todos lados. Mi brazo, a medida que se separaba de una de esas filosas figuras sin forma, iba sanando su gran herida. La sangre comenzó a subir por mi espalda y fue desenvolviendo y mostrando mi cuello. De un golpe, me elevé en cámara lenta, junto con un millón de vidriesitos que tejían nuevamente mi piel. El choque reordenó cada segmento de la copa en su lugar, mientras un gran quejido entraba en mi boca. Me incliné para poder adoptar una posición erguida, al igual que mis brazos bajaron. Caí en un terror profundo. Miré mi propio reflejo a través del espejo de las almas. Sentí una presencia cerca mío. De repente, me hundí en lo más profundo de mis pensamientos y comencé a cantar y caminar hacia atrás... como si nada de todo eso hubiera sucedido.



Ensoberbecerse.

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